TRAZOS

Estocolmo

16 de julio, miércoles. 6º día.

Itinerario: Estocolmo.
Lugares visitados: Placa de Olof Palme-Ayuntamiento-Gamla Stam-Palacio Real-Museo Vaasa.
Pernocta: Camping Satra
Km: 0

Salimos a las 8,45 y tras 10 minutos de paseo llegamos al metro. Compramos los billetes en un kiosco exterior donde salieron más baratos. La estación de metro es Bredäng, y la línea 13 nos llevó en tan solo 20 minutos a T Central. En nuestro camino coincidimos con una pareja de jóvenes jubilados italianos (60 años y jubilados a los 55), que viajaban 6 meses al año. Lo que a mi me gustaría hacer cuando sea mayor.

Salimos a una enorme plaza que parece ser el corazón de la ciudad. A esta hora no había casi gente por la calle. Cambiando un poco de planes obligados por el horario, nos dirigimos al cruce donde fue asesinado el primer ministro Olof Palme –cruce de la calle Svavagen con Tunnelfg- donde una placa en el lugar en que cayó recuerda el magnicidio. Tras rendir nuestro pequeño homenaje nos dirigimos al Ayuntamiento que encontramos en obras y sin posibilidad de acceder a él por lo que pusimos rumbo a Gamla Stam, el barrio antiguo de la ciudad, pero se acercaba la hora del cambio de guardia en el Palacio Real por lo que nos dirigimos al patio. Llegamos una media hora antes de que comenzara pero ya había gente esperando así es que me senté tranquilamente en el suelo adoquinado del patio, imitándome una argentina bonaerense con la que estuve charlando. Me contó que viajaba sola desde Buenos Aires y que había decidido ir de capital en capital para hacerse una pequeña idea de los países que visitaba. Buenos “ovar….” y buena cartera.

Puntualmente comenzó y puedo confirmar lo que ya había leido: que se acerca más a un espectáculo circense con “coreografía” de la banda de música incluida, que un “regio” cambio de guardia. Pero nos mantuvo entretenidos durante media hora, sobre todo por que un “pirado”quiso acaparar el protagonismo e irrumpió en medio del acto paseándose tranquilamente y provocando la hilaridad de los que allí estábamos. Pero su persistencia resultó pesada y de mal gusto convirtiéndose en una ostentosa falta de respeto, lo que obligó a que dos soldados le retiraran y se mantuvieran frente a él vigilándole. Aún así lo intentó de nuevo y terminaron por sacarle de la primera fila. Mi compañera argentina, con ese acento que los caracteriza, solo decía: “que lo lleven preso ya!”.

Después nos perdimos por las calles de este bonito barrio medieval que conserva su “sabor” y que bullicioso y lleno de gente mostraba todo su atractivo y su color iluminado por un espléndido sol lo que añadió “alegría” a sus encantadores rincones. Callejeamos absorbiendo los colores, la luz y la vida de sus calles y terminamos en los jardines frente al palacio real donde dimos buena cuenta de unos bocadillos de lomo con queso rodeados de hasta 18 cornejas que a Raul le parecieron amenazantes.

A las 14.00, David, quien ha tomado el relevo de “guía” y “organizador de visitas” –y es que no hay nada mejor como que disfruten de algo para que se impliquen hasta las trancas-dio la voz de partida hacia el museo Vassa del que nos separaba un buen trecho. Y caminando hacia éste, seguimos disfrutando del sol, la luz y la elegancia de esta ciudad. Podría decirse que la parte nueva de esta capital es elegante y “chic” y la vieja algo sobria pero cálida. Si destaco algo de esta ciudad es la luz, que parece abrazar y rodearlo todo resaltando aún más sus vivos colores y sus contrastes. Y disfrutando de ello llegamos al museo.


Hasta 18 años los chicos no pagan. Adultos 95 coronas y estudiantes 50. La entrada es…espectacular, nos dejó sin aliento: ante nuestros sorprendidos ojos se levantaba un impresionante galeón del siglo XVII de 69 m de lago por 14 de altura en su popa, en perfecto estado de conservación y completo. Era como si estuvieramos siendo protagonistas de “Piratas en el Caribe” donde un galeón fantasma emerge del fondo del mar. Pudimos admirarlo desde varias alturas y por todos sus lados. David comentó que aunque sólo fuera por verlo la visita a estaba ciudad está justificada. No solo impresiona su estado de conservación y su tamaño, sino su decoración exterior, sobre todo en la popa, donde figuras de madera de todo tipo la decoran. Además en varias vitrinas se conservan todo tipo de enseres y útiles del barco, ropas, calzado y todo tipo de herramientas. Tenemos la suerte de coincidir con un video en castellano que comienza a las 15,30. Al parecer nada más comenzar su viaje hace 333 años se debió de escorar y se hundió. La temperatura del agua ha permitido su conservación durante los siglos y en 1950 fue encontrado y 10 años después “elevado” a la superficie, limpiado, restaurado y recompuesto como si fuera un gigantesco puzzle único en el mundo. Parece que el edificio que lo alberga ha sido construido a medida para contener este inmenso galeón.

Ya de regreso, David y Raul deciden probar la sauna y aunque siguiendo nuestro consejo se van en bañador, cuando entran hay sólo dos personas que están desnudas a las que imitan.. Pero poco a poco van llegando más, en bañador todas, y se van las iniciales con lo cual se quedan solo ellos desnudos y comienzan a sentirse algo ridículos por lo que abandonan la sauna.

Rumbo Norte

17 de julio, jueves. 7º día.

Itinerario: Estocolmo-E4-Hornefors.
Pernocta: Hornefors. (Sur de Umea)Coordenadas: 19.91379. 63.60593
Km: 645

Buen día para marchar. Algo nublado pero temperatura ideal. Hasta ahora venimos disfrutando de un espléndido tiempo. Pagamos el camping a un joven que hablaba muy bien castellano, unos 26 € la noche más la tarjeta de camping escandinavos sin la cual, según ellos, no podemos utilizar los camping ya que parecer ser que lleva un seguro adicional. 14 euracos y me acuerdo del carnet de la Federación que solicité en su día y del que nunca más se supo…

Salimos de Estocolmo dirección E4 ayudados de nuevo por el TT y dejamos atrás la capital sin problemas. De nuevo la carretera se abre paso a través de inmensos bosques de abetos, pinos y abedules que no parecen tener fin, excepto cuando grandes extensiones cultivadas de cereal los sustituyen. Armoniosas granjas compuestas de varios edificios, todos de madera de colores, preferentemente granate, rompen la monotonía de los distintos tonos de verde. El cielo está cuajado de nubes de todos los tamaños y tipos que de vez en cuando dejan escapar alguna gota de agua, para dejar paso de nuevo al sol. Impresiona la luz en estas latitudes. A las 6 de la tarde parecen las 12 de la mañana.
Paramos a comer en un area pequeña con baños masculinos “ecológicos”, es decir, agujero en la pared y a la calle .

Las “defensas” que llevan muchos camiones nos confirman lo que ya habíamos leído sobre el peligro que pueden representar los renos en la carretera.

A las 18.00 empezamos a buscar un sitio para dormir. Nos comienza a preocupar lo que habíamos leído sobre lo peligrosos que pueden resultar los renos en la carretera cuando vemos las “defensas” que llevan muchos caminos.

Hacemos un primer intento que resulta fallido. Los pueblos son una preciosidad, compuestos de pocas casas de madera con jardines alrededor y ninguna valla entre ellas por lo que la vista no se detiene y atraviesa el verde, los macizos de flores, los conjuntos de mesas y sillas…parece no tener límites. Y no se ve a nadie. Al segundo intento ponemos rumbo a Hornefors y lo atravesamos hasta el final donde llegamos a un pequeño embarcadero en una tranquila zona de casas de 2 alturas con jardines junto al mar.Aquí nos instalamos, a unos 200 m de estas casas a la orilla del mar donde solo escuchamos el murmullo de las olas y el graznido de las gaviotas.

Intentamos llamar a casa. Lo de movistar no parece serio: unas veces puedo llamar a alguno de mis hijos, otras no, y ahora no puedo contactar con el movil de mi hermana aunque sí dejar un mensaje y llamar a su fijo. Llevamos 4 teléfonos moviles de modelos distintos pero misma compañía y a donde uno puede llamar, no puede otro…

Aquí tenemos el primer contacto con los mosquitos “finlandeses” aunque estos hablan sueco. Los oimos zumbar en nuestros oidos y los vemos en nubes, así es que nos ponemos todos repelente, que parece funcionar aunque no dejamos de oir su irritante soniquete a nuestro alrededor ávidos de turistas descuidados.

Tras disfrutar de nuestra cena nos disponemos a dormir, yo, lo que pueda porque últimamente tengo problemas. Tengo los biorritmos descolocados. Me despierto a las 4 de la mañana con el sol colándose a raudales por las rendijas. Si normalmente hay épocas en que tengo problemas con el sueño, ahora está empeorando. El sueño no es continuado y cuando me despierto muy temprano me cuesta retomarlo. Y es que hoy ha habido sol hasta las 22,30 y luz hasta una hora después.

Hacia el Circulo Polar. Lulea

18 de julio, viernes. 8º día.

Itinerario: Hornefors-Umea-Lulea-E75-4-Rovaniemi
Pernocta: Área de servicio de Rovaniemi en la autovía.
Km: 582

Nos desperezamos tarde y mientras nos queremos mover son las 10. La mañana es clara y luminosa con un cielo de un azul intenso y escasas nubes. Con la única parada en un super a comprar pan y alguna cosa más, ponemos rumbo a Lulea, el pueblo de las iglesias declarado Patrimonio de la Humanidad a donde llegamos a las 14,15. Un aparcamiento y un centro de visitantes vacío pero con unos impecables servicios, nos brindan un buen lugar para comer antes de iniciar nuestro paseo por este curioso lugar que data del siglo XV. Al parecer, como las distancias eran tan largas, construyeron casitas de madera hasta un total de 400 con una capacidad de unas 500 personas, todas alrededor de una gran iglesia de piedra en donde se reunian para celebrar determinadas festividades religiosas, y aún siguen haciéndolo porque el pueblo está habitado. Todas son de madera pintadas en tonos rojizos y formando ordenadas y limpias calles. La iglesia es bonita y sencilla, con un bonito púlpito decorado. Mientras la visitamos suena la música del órgano.

Y ponemos rumbo a Rovaniemi. Observamos que en la carretera hay muchos radares que son muy visibles y parecen ser muy estrictos con el control de velocidad. Las carreteras son buenas, con tres carriles alternandose en uno u otro sentido y cuando son dos, el arcén es ancho y se retiran a él para que puedas adelantarlos. Nos detenemos a repostar. Introducimos la tarjeta, marcamos el PIN ….numero incorrecto ¡cómo que incorrecto!. Lo peor es que no devuelve la tarjeta. Voy a la tienda a pedir socorro mientras me digo a misma que esto no me puede ocurrir pero en el “entretanto” nos escupe la tarjeta. Ahora introducimos el equivalente a 40 € y nada de nada así es que definitivamente pido auxilio y nos dicen que solo funciona que tarjetas finlandesas ¿y por qué las instrucciones están en varios idiomas? (ni que decir tiene que ninguno de ellos es castellano). Luego nos dimos cuenta de que para que funcionara todo el proceso con dinero en efectivo es necesario seleccionar el número de surtidor, paso que habiamos omitido. ¡carai! Es que parece que hay que estudiar para poner un poco de combustible.
Y mi ignorancia queda patente cuando en el mismo Rovaniemi trato de localizar todo el “tinglado” turístico de Papá Noel. Me disculpo diciendo que esta ruta no estaba prevista, que en principio no íbamos a subir por esta ciudad, sino por una carretera que se extendía a lo largo de la frontera entre Finlancia y Noruega. Desistimos y tomamos la autopista encontrando casualmente lo que habiamos buscado un poco antes: la Napapiiri Arctic Circle, o línea del círculo polar artico. Paramos para curiosear pero encontramos 3 autocaravanas dispuestas a pasar la noche y decidimos hacerlas compañía no sin antes hacernos algunas fotografías que atestiguaran nuestra presencia en estas latitudes, aunque hay que añadir que fuimos atacados por hordas de mosquitos finlandeses y podemos dar fe de que son terribles y aunque una pareja de holandeses que salió pertrechada de un sombrero con red que les cubría la cara a modo de escafandra provocó nuestra hilaridad, pudimos comprobar que posiblemente no exageraran.

FINLANDIA

Rebasamos el Círculo Polar: 66º32'35"

19 de julio, sábado. 9º día.

Itinerario: Rovaniemi-E75-4 Ivalo-Inari-92-10 km antes de Karigasnemi.
Pernocta: en la carretera 92 a 10 km antes de Karigasnemi
Km: 431



El día amanece algo nublado y parece haber llovido por la noche. Cargamos agua y descargamos grises en una alcantarilla y nos acercamos a ver el montaje de Papá Noel. Curioseamos por las tiendas, nos fotografiamos en la línea del circulo polar pintada en el suelo con las coordenadas y enviamos algunas postales de navidad a niños y a otros que no eran ya tan niños. De camino, paramos en un Lidl a hacer algo de compra y comprobamos que los precios eran similares a los de España.

Ibamos pendientes de los renos que según algunos relatos se empiezan a ver en estas latitudes y en gran número, pero haciamos kilómetros y no veiamos ninguno. A la hora de comer paramos en un gran lago junto a la carretera. Después de comer salí a dar un paseo y…mi primer reno!!! Pero estaba a más de 100 m, así es que decidí acercarme poco a poco, despacio, primero de frente, hasta unos 20 m y luego ya rodeándolo. Conseguí estar a una distancia de 10 m escasos. No nos perdiamos de vista y mis movimientos eran muy lentos. Volví la vista atrás y comprobé que estaba sola. Disfruté de un ejemplar precioso, con un pelaje perfecto y una bonita cornamenta que parecía posar para las fotos. Cuando me cansé, regresé y me esperaba una buena bronca: recibí todo tipo de calificativos relativos a mi inconsciencia e ignorancia por acercarme a un animal salvaje para terminar por nombrarme doctora en “renología” por mi demostrada sabiduría en el comportamiento del reno finlandés. Pero no sentí el más mínimo arrepentimiento. Nunca tuve el más mínimo temor ni me sentí amenazada en ningún momento. Era sólo uno, y si él no se sentía en peligro no tenía por qué pasar nada así es que estoicamente aguanté el chaparrón, pero aún hoy guardo en mi memoria estas imágenes como si las hubiera contemplado ayer.

A partir de aquí nos hartamos de ver renos, en la cuneta, en parejas, en grupos, a nuestra derecha, a nuestra izquierda, hembras con crías, machos de imponentes cornamentas andando apaciblemente por la carretera…Y así llegamos a Ivalo y desde aquí hasta Inari la carretera es una auténtica belleza: bosques interminables de abetos, pinos, abedules, lagos de todos los tamaños…y el sol, que cuando sale lo ilumina todo resaltando aún más esta belleza que nos rodea por todas partes.


Paramos a estirar las patitas y nos acercamos a un wc que resulta ser “ecológico”, pero en realidad es una guarrería. Es una letrina y el olor echa para atrás. Llegamos a Inari con intención de hacer noche aquí, pero no encontramos sitio que nos gustara. Dimos alguna que otra vuelta encontrando lagos pero sin acceso así es que pusimos rumbo a Karasjok. Por lo menos avanzábamos por una carretera que parecía un tobogán, pero seguiamos sin ver nada hasta que en lo que parecía la entrada a un parque nacional encontramos un aparcamiento con coches y autocaravanas. Estábamos a 40 km de la ciudad Sapmi pero es ya tarde. Nos preparamos para pasar la noche no sin antes dar un breve paseo alumbrados con la luz que todavía había a las 23,30 de la noche por lo que resultó ser un bonito lugar, pero de nuevo comenzamos a sufrir el ataque inmisericorde de los mosquitos que nos obligaron a regresar al poco tiempo.

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